domingo, 16 de enero de 2011



LA ENSEÑANZA
Una madre llevó a su hijo con el Mahatma Gandhi y le imploró: “Por favor, Mahatma, pídale a mi hijo que no coma azúcar.” Gandhi, después de una pausa, le dijo: “Tráeme a tu hijo de aquí a dos semanas.”

Dos semanas después, ella volvió con el hijo. Gandhi miró muy hondo en los ojos del niño y le dijo: “No comas azúcar.”
Agradecida —aunque perpleja— la mujer le preguntó: “¿Para qué me pidió dos semanas? ¡Podría haberle dicho lo mismo la primera vez que lo traje!”
Y Gandhi respondió: “Hace dos semanas, yo estaba comiendo azúcar.”

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