sábado, 22 de enero de 2011

TORTURA CHINA
Cuando los crueles señores de la guerra chinos querían torturar a  sus prisioneros, los ataban de pies y manos y los colocaban bajo una bolsa de agua que constantemente goteaba… goteaba… goteaba… día y noche. Estas gotas de agua que caían sin cesar sobre la cabeza acababan siendo martillazos y enloquecían a las víctimas. Este mismo método de tortura fue empleado por la inquisición española y en los campos de concentración alemanes.

La preocupación es como la gota, gota, gota constante de la preocupación lleva frecuentemente a los hombres a la locura y el suicidio.

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