sábado, 22 de enero de 2011

EL MARISCAL FOCH (Primera guerra mundial)
El mariscal Foch, que llevó a la victoria a uno de los ejércitos más grandes de que se tenga memoria, declaró que solo poseía una virtud: la de nunca perder las esperanzas.

Cuando los franceses se replegaron hacia el Marne, en 1914, el general Joffre dio instrucciones a sus generales, que tenían dos millones de hombres a su mando, de que interrumpieran el repliegue y comenzaran la ofensiva. La nueva batalla, una de las más decisivas en la historia de la humanidad, se había prolongado dos días ya cuando el mariscal Foch, encargado del centro de Joffre, le envió este impresionante telegrama: “MI CENTRO CEDE. MI DERECHA PIERDE TERRENO. LA SITUACIÓN ES EXCELENTE. ATACARÉ”.

Ese ataque salvó a París.

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