lunes, 24 de enero de 2011

PRESUMIR A DESTIEMPO
Una rana se preguntaba: ¿cómo podía alejarse del clima frió del invierno? Unos gansos le sugirieron que emigrara con ellos. Pero el problema era que la rana no sabía volar. “Déjenmelo a mí –dijo la rana-, tengo cerebro espléndido”. Luego pidió a dos gansos que la ayudaran a recoger una caña fuerte, cada uno sosteniéndola por un extremo.

La rana pensaba agarrarse de la caña con la boca. A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía. Al poco rato pasaron por una pequeña ciudad, y los habitantes de allí salieron para ver el inusitado espectáculo.

Alguien preguntó: “¿A quién se le ocurrió tan brillante idea?” Esto hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal sentido de importancia, que exclamó: “¡A mí!” Su orgullo fue su ruina, porque al momento en que abrió la boca, se soltó de la caña y cayó al vacío.

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