sábado, 22 de enero de 2011

YO QUIERO SER COMO MI PAPÁ
Mi hijo nació como todos los niños de una manera normal, ese día, no pude estar presente porque tenía que viajar debido a un serie de compromisos de trabajo.
En mi ausencia aprendió a comer, a caminar, a hablar y a correr de una manera sorprendente.
…¡Qué rápido creció mi hijo!
Siempre me decía:
“PAPÁ, ALGUN DÍA VOY A SER COMO TU”

…Al ausentarme me preguntaba, ¿Papi, cuando regresas? Yo contestaba, “no lo se hijo, tal vez muy pronto, te prometo que después jugaremos juntos…ya lo verás”
Al cumplir los diez años de edad me dijo, “papito, gracias por la pelota que me regalaste, ¿quieres jugar conmigo? Hoy no puedo hijo… tengo mucho que hacer”  “esta bien papá… será otro día” y se fue corriendo.
Repetía siempre:
“YO QUIERO SER COMO MI PAPÁ”

…¡como se pasa el tiempo tan rápido!...
Mi hijo terminó la universidad, al verlo hecho todo un hombre le dije: “Estoy muy orgulloso de ti, siéntate, hablemos un rato”, él me respondió: “Hoy no papá, tengo muchas actividades… por favor ¿puedes prestarme el automóvil para visitar algunos amigos?

… Cuando me jubilé mi hijo vivía en otro lugar… lo llamé muy emocionado para compartir mi alegría y le dije: “Hola hijito, quiero verte” su respuesta fue: “como me encantaría padre, pero es que no tengo tiempo, tu sabes… los compromisos, el trabajo, los niños… A veces, no se puede… pero gracias por llamar, fue hermoso oír tu linda voz” Al colgar el teléfono me di cuenta que en verdad mi hijo había cumplido su promesa “ERA COMO YO” Quise rectificar… pero ya era DEMASIADO TARDE.

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