lunes, 17 de enero de 2011

EL ELEFANTE Y LA CUERDA
He aquí el procedimiento adoptado por los entrenadores de circo para que los elefantes jamás se rebelen —y yo sospecho que lo mismo pasa con mucha gente.

Cuando es una criatura, el bebé elefante es amarrado, con una cuerda muy gruesa, a una estaca firmemente clavada en el piso. Éste trata de soltarse muchas veces, pero sus fuerzas no son suficientes para hacerlo.
Un año más tarde, la estaca y la cuerda siguen siendo suficientes para mantener al pequeño elefante preso; éste sigue tratando de soltarse, sin conseguirlo. A esta altura, el animal ya ha comprendido que la cuerda siempre será más fuerte que él, y desiste de sus iniciativas.

Cuando llega a la edad adulta, el elefante todavía se acuerda de que, por mucho tiempo, gastó sus energías inútilmente, tratando de escapar de su cautiverio. A esta altura, el entrenador puede amarrarlo con una soga pequeña, a un cubo de basura, que ya no tratará más de liberarse.

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