EL BURRO DE HAKIM
Lección de estrategia empresarial: la importancia del ingenio. Ya en tiempos pasados, esta cualidad sacó de apuros a más de una persona. Si no, lee atentamente la siguiente historia:
Hakim era un vendedor de sal en la antigua Bagdad. Cada día iba desde su casa al mercado con dos sacos de sal atados al lomo de su burro. Un día caluroso, al atravesar el Tigris, el burro tropezó y se hundió en el agua fresca del día. Cuando el burro salió del agua, Hakim notó que mucha sal se había disuelto y la carga, por tanto, era considerablemente más ligera para el burro.
A partir de entonces, Hakim no podía evitar que el burro se zambullera en el mar diariamente y arruinar parte de la carga de sal. Esta situación cada día se hacía más insostenible porque los ingresos de Hakim eran cada vez menos. En definitiva, el burro que le servía de transporte le estaba arruinando el negocio.
Ante esta situación, Hakim comenzó a pensar de qué manera solucionar el problema: cambiar de medio de transporte no podía, porque no tenía dinero suficiente. También cabía la posibilidad de vender el burro, pero éste era un animal tan querido en la familia que su mujer e hijos no entenderían jamás su venta. Cambiar de tarea también era un problema porque sin bienes, qué iba a hacer. No tenía más animales, no tenía un huerto que cuidar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario