La semilla del bambú es como una nuez de cáscara muy dura. Cuando uno la planta, el primer año no pasa nada. La sigue abonando y regando el segundo año, y no pasa nada. El tercero y el cuarto, tampoco. Pero cuando llega el quinto año, el bambú crece 30 metros en seis semanas. Tenga paciencia con los ciclos naturales de la vida y el trabajo; persevere fertilizando y regando para que, cuando llegue el tiempo, el resultado nos sorprenda.
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