miércoles, 19 de enero de 2011

DOS GRANDES PINTORES SE ENCUENTRAN
Desde joven, el pintor Henri Matisse acostumbraba visitar semanalmente al gran Renoir en su atelier. Cuando Renoir fue atacado por la artritis, Matisse comenzó a visitarlo a diario llevándole alimentos, pinceles, pinturas, pero siempre tratando de convencer al maestro de que estaba trabajando demasiado y que necesitaba descansar un poco.

Cierto día, notando que cada pincelada hacía que Renoir gimiera de dolor, Matisse no pudo contenerse:
—Gran maestro, su obra ya es vasta e importante. ¿Por qué continúa torturándose de esta manera?
—Muy simple —respondió Renoir. —La belleza permanece; el dolor termina pasando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario