miércoles, 19 de enero de 2011


CONFUCIO Y EL GOBIERNO
Zizhang buscó a Confucio por toda China. El país atravesaba un momento de gran convulsión social y él temía un derramamiento de sangre.

Encontró al maestro junto a una higuera, meditando.
—Maestro, precisamos urgentemente su presencia en el gobierno –dijo Zizhang. —Estamos al borde del caos.
Confucio continuó meditando.
—Maestro, nos enseñaste que no podemos quedarnos al margen —continuó Zizhang. —Dijiste que somos responsables del mundo.
—Estoy rezando por el país —respondió Confucio. —Después iré a ayudar a un hombre en la esquina. Haciendo lo que está a nuestro alcance beneficiamos a todos. Si únicamente tratamos de tener ideas que salven al mundo, no nos ayudaremos ni a nosotros mismos. Existen mil maneras de hacer política: no se necesita ser parte del gobierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario